Este recorrido por las mejores playas de Alicante te ayudará a explorar uno de los grandes encantos turísticos de esta provincia de la Comunidad Valenciana, que disfruta de sol y buen tiempo durante gran parte del año.
Situado a orillas del mar Mediterráneo y conocido como la Costa Blanca, el litoral de la provincia de Alicante alberga más de 200 playas. Desde pequeñas calas de aguas turquesas rodeadas de majestuosos acantilados, hasta grandes playas urbanas con todos los servicios para que disfrute toda la familia, este litoral tiene algo para todos.
Aunque las playas más populares, como las de Benidorm, Calpe o Alicante, suelen estar abarrotadas en verano, su gran tamaño permite encontrar algún espacio libre para colocar la toalla. Sin embargo, si prefieres disfrutar de calas más íntimas y menos accesibles, como la Granadella o el Moraig, te recomendamos llegar pronto en temporada alta (de junio a septiembre) para asegurarte un sitio, ya que el aparcamiento es limitado y suelen llenarse rápidamente.
1.Cala Granadella
Situada a unos 20 minutos de Jávea y aclamada en numerosas ocasiones como una de las playas más bellas de España, Cala Granadella es un destino imprescindible en la provincia de Alicante.
Esta playa, con su característica forma de media luna y una longitud de poco más de 160 metros, está formada por cantos rodados y se distingue por sus impresionantes aguas cristalinas, ideales para practicar snorkel y submarinismo gracias a la riqueza de sus fondos marinos. Además, la cala está bien equipada con todos los servicios necesarios y cuenta con varios restaurantes donde podrás disfrutar de una buena comida o bebida.
Durante el verano, es aconsejable llegar pronto para asegurarse una de las plazas de aparcamiento a lo largo de la carretera de acceso. No te pierdas las vistas panorámicas desde los distintos miradores situados a lo largo de la carretera de salida.

2. Playa de San Juan
Situada a 8 kilómetros al noroeste de Alicante, Playa San Juan destaca como una de las playas favoritas de la Costa Blanca.
Esta larga extensión de arena, que se extiende a lo largo de más de 6 kilómetros, ofrece aguas cristalinas y es ideal para disfrutar de un día en familia o con amigos, sin preocuparse de encontrar aparcamiento o espacio para tender la toalla en la arena.
La playa, con bandera azul, está equipada con múltiples pistas de voleibol, zonas infantiles con toboganes y columpios, y varias empresas que ofrecen deportes acuáticos como kayak, windsurf y paddle surf. También cuenta con excelentes opciones gastronómicas, como los restaurantes Casa Domingo y Casa Julio, donde podrás degustar un delicioso arroz típico valenciano.

3. Cala del Moraig
Situada entre Moraira y Xàbia, en el municipio de Poble Nou de Benitatxell, la Cala del Moraig destaca como una de las playas más impresionantes de Alicante.
Esta cala paradisíaca, de aguas turquesas y fondo marino cubierto de posidonia, está resguardada por imponentes acantilados, entre ellos el fotogénico Morro Falquí, y cuenta con una zona nudista en su extremo izquierdo.
Uno de los grandes atractivos de esta playa son las vistas panorámicas desde la cima y la impresionante Cova del Arcs, a la que se puede llegar nadando desde la playa, aunque es aconsejable proceder con mucha precaución. Algunas personas optan por saltar la valla y caminar entre las rocas para llegar a la cueva, pero es importante recordar que esta práctica está prohibida y que no merece la pena arriesgarse por una foto.
Durante el verano, es necesario llegar con mucha antelación, ya que la cala tiene una capacidad limitada de 400 personas. También es posible reservar el acceso a través de la aplicación móvil AparcarE hasta con una semana de antelación, o utilizar un servicio de autobús lanzadera desde el aparcamiento superior, que tarda aproximadamente 20 minutos en llegar a la cala.
Es importante que lleves agua y comida si piensas pasar todo el día en la playa, ya que no hay restaurantes ni chiringuitos cerca.

5. Cala del Portitxol
Situada entre el cabo Prim y el cabo Negre, en el municipio de Jávea, la Cala del Portitxol, también conocida como Cala Barraca, es una de las playas más emblemáticas de la Costa Blanca. Esta playa es famosa por sus pintorescas casas blancas con puertas azules, antiguamente habitadas por pescadores, que evocan el ambiente de las islas griegas.
Con una extensión de unos 600 metros, esta playa de grava y aguas cristalinas es ideal para practicar snorkel o submarinismo, especialmente en los alrededores de la cercana isla del Portitxol. Para disfrutar de las mejores vistas de la isla, es recomendable subir hasta el mirador de la Creu del Portitxol.
Si te entra hambre, el cercano restaurante Cala Clemence ofrece unas vistas impresionantes de la cala y un menú que destaca por sus exquisitos arroces.
Es importante tener en cuenta que esta cala ha ganado mucha popularidad en Instagram, por lo que en verano es recomendable llegar pronto para asegurarse un sitio en el aparcamiento.

7. Racó del Conill
Si buscas una cala tranquila alejada del bullicio de las grandes ciudades costeras, el Racó del Conill es una excelente elección. Situada al norte de Villajoyosa, a unos 4 kilómetros de Benidorm, esta cala naturista es una de las joyas ocultas de la provincia de Alicante.
Rodeada de pinos y grandes formaciones rocosas, y sin edificios cercanos, esta cala está dividida en dos partes por un promontorio rocoso y se distingue por sus aguas cristalinas de color turquesa.
Debido a su reducido tamaño, es aconsejable llegar pronto en verano para encontrar un espacio donde extender la toalla. No olvides llevar tus gafas de buceo, ya que el fondo marino, cubierto de Posidonia oceanica, es ideal para la exploración submarina.
Aunque históricamente ha sido una playa virgen sin servicios, en los últimos años se ha instalado un chiringuito, lo que significa que no necesitas llevar comida ni bebida.
8. Playa de Albir
La playa del Albir, también conocida como Racó de l’Albir, está situada en el municipio de Alfaz del Pi, entre Altea y Benidorm, y es sin duda una de las joyas de la Costa Blanca.
Esta hermosa playa, caracterizada por sus guijarros ovalados, ofrece todas las comodidades y servicios necesarios para disfrutar de un día perfecto. Desde aquí, podrás contemplar unas impresionantes vistas del faro del Albir, que corona el Parque Natural de la Serra Gelada, así como del emblemático Peñón de Ifach. Además, el paseo marítimo que la bordea cuenta con una amplia selección de restaurantes para disfrutar de la gastronomía local.
En los extremos rocosos de la playa, repletos de vida marina, practicar snorkel es una actividad imprescindible gracias a la claridad de sus aguas.
Si te alojas en Altea, puedes ir andando a esta playa en unos 30 minutos por el Paseo Marítimo, y disfrutar de un ambiente más tranquilo en comparación con las abarrotadas playas de Benidorm.

9. Playa Carabassí
La Playa del Carabassí, situada entre la ciudad de Alicante y Santa Pola, es una de las joyas más impresionantes de la provincia. Con su arena dorada y sus aguas cristalinas, esta playa virgen de 2 kilómetros de longitud cautiva a todos los que la visitan.
Rodeada de un entorno natural de dunas y pinares, protegida por un sistema de pasarelas de madera, Carabassí ofrece un ambiente tranquilo y natural. La parte sur de la playa está designada como zona nudista, mientras que una sección rocosa es perfecta para los que practican snorkel.
Desde la orilla, podrás disfrutar de unas fantásticas vistas de la isla de Tabarca y de la sierra de El Carabassí, lo que convierte a esta playa en un lugar idílico para relajarse y conectar con la naturaleza.

10. Cala El Portet
La Cala del Portet, situada muy cerca de la encantadora localidad de Moraira, es otra playa de visita obligada si estás explorando la Costa Blanca alicantina.
Protegida del viento por la península de Cap d’Or, esta playa semiurbana en forma de concha de 350 metros de largo es ideal para pasar una mañana tranquila en familia, sobre todo con los más pequeños, gracias a sus aguas tranquilas. Sin embargo, durante el verano tiende a llenarse rápidamente.
Desde esta cala parten varias rutas de senderismo, como la que lleva a la atalaya de Cap d’Or o la desafiante ruta de los miradores. También es un lugar excelente para practicar actividades acuáticas como el kayak o el paddle surf.

11. Cala del Racó del Corb
Para cerrar esta lista de las mejores playas de Alicante, te recomendamos que te des una vuelta por el Racó del Corb, una cala casi virgen situada entre Altea y Calpe, dentro del impresionante Parque Natural de la Serra Gelada.
Esta pequeña cala de guijarros, de apenas 200 metros de longitud, está resguardada por los imponentes acantilados del Morro de Toix, que ofrecen unas vistas espectaculares de sus aguas turquesas. Debido a su difícil acceso, que exige superar una pronunciada pendiente, el Racó del Corb no suele estar muy concurrido, lo que la convierte en un refugio ideal para quienes buscan tranquilidad en un entorno natural.
Alicante y sus alrededores ofrecen una diversidad de playas para todos los gustos, desde las más populares y accesibles hasta calas escondidas para los que buscan tranquilidad. Explora estas joyas costeras y disfruta de todo lo que ofrece la Costa Blanca.